26 de mayo de 2012 - Esta semana, en la visita de rigor (y de placer) al terreno, nos encontramos a los obreros trabajando; las lluvias de ayer y anteayer los retrasaron un poco y querían recuperar el tiempo perdido. Además, parece que ahí donde se encuentra el terreno (en la cima de una lomita) se forman unos buenos torbellinos y el viento les había tirado un par de muros y les había levantado volando la casetuca de los materiales (que podéis ver en las primeras entradas). Así que mi mente verde ya empezó a pensar en colocar un generadorín eólico para el refrigerador o cualquier otra aplicación; si sabéis de alguien que tenga instalado algo similar, se aceptan sugerencias.
Por respeto a los trabajadores y para no hacerla de pijos citadinos, esta semana no sacamos fotos. ¡Hasta la próxima! Pero os podemos contar que las paredes estaban ya un poco más altas y la planta de arriba ya tenía su piso de cemento. En la planta baja aún no lo echaban, pero sí estaban colocados los entramados de rejilla que sirven para darle más cohesión y flexibilidad al cemento.
Por respeto a los trabajadores y para no hacerla de pijos citadinos, esta semana no sacamos fotos. ¡Hasta la próxima! Pero os podemos contar que las paredes estaban ya un poco más altas y la planta de arriba ya tenía su piso de cemento. En la planta baja aún no lo echaban, pero sí estaban colocados los entramados de rejilla que sirven para darle más cohesión y flexibilidad al cemento.
